Escribe: Dr. Claudio Reynooo
Medicina Equina en la Alta Competencia
Son dos de las terapias más comunes para aliviar los dolores musculares o las molestias en las articulaciones.
Decidir si usar hielo o calor en la
lesión de un caballo requiere sopesar varios factores, que incluyen la hinchazón, el calor y el nivel de dolor.
La respuesta rápida es depende de cuán reciente es el dolor o de si se trata de un malestar recurrente.
Por lo general, una lesión nueva suele causar una inflamación en la zona afectada, por lo que el frío puede actuar para reducir el flujo sanguíneo y por lo tanto, evitar que se produzca una mayor inflamación.
El frío reduce el flujo de la sangre y el calor dilata los vasos sanguíneos.
El calor, por su parte, es más recomendado para los dolores crónicos ya que al generar un efecto opuesto, de mayor flujo de sangre, permite que haya una curación más rápida.
Una investigación reciente en Estados Unidos, recomienda la fórmula general de optar por la terapia fría primero y luego por un tratamiento con calor.
TERAPIA DE FRÍO
- Cuando sea necesario: utilícelo cuando la lesión sea reciente, menos de 36 horas.
- Por qué ayuda: durante este tiempo, los vasos sanguíneos dañados debajo de la piel están sangrando, lo que provoca inflamación y hematomas. Sabrá que está en esa ventana porque el sitio de la lesión está sensible y muestra una inflamación difusa. Durante este tiempo, la terapia de frío disminuirá la permeabilidad de las paredes de los vasos sanguíneos, desacelerando las fugas y evitando que los tejidos sanos y no dañados se “ahoguen” en el exceso de líquidos. El agua puede ser la opción más fácil para enfriar el sitio de una lesión, pero no estará lo suficientemente fría por sí sola. Deberá usar hielo, una compresa fría comercial u otro sistema de enfriamiento.
- Horario: aplique la terapia de frío durante 10 a 20 minutos a la vez y permita al menos 30 minutos entre tratamientos para evitar daños a los tejidos. Repite el ciclo tan a menudo como puedas, pero necesitarás cuatro o más sesiones por día para ver realmente los resultados. Continúe con la terapia de frío hasta que el área ya no se hinche entre tratamientos.
TERAPIA ALTERNATIVA DE CALOR Y FRÍO
- Cuando es necesario: cuando una lesión en proceso de curación es menos dolorosa al tacto y la hinchazón tiene bordes más definidos. En esta etapa, cualquier bulto palpable será más firme y se sentirá como un huevo duro pelado.
- Por qué ayuda: alternar la terapia de frío y calor estimula el "equipo de limpieza" natural del cuerpo de glóbulos blancos y sustancias químicas naturales que engullen y destruyen las células muertas y otros desechos fisiológicos. La aplicación de calor acelera la circulación en la zona, mientras que el frío la restringe. Alternar los dos crea una acción de "bombeo" que acelera la curación. Demasiada terapia caliente, sin embargo, puede hacer que la hemorragia comience de nuevo, por lo que debe abstenerse de pasar a esta terapia durante uno o dos días si no está seguro del estado de la herida.
- Horario: Comience aplicando calor, 10 minutos a la vez aumentando a 20 minutos durante unos días. Después de cada sesión de calor, aplica la terapia de frío durante 20 minutos. Repita esto al menos cuatro veces al día hasta que no haya hinchazón localizada alrededor de la lesión.
- Cuando es necesario: cuando no hay dolor asociado con la lesión y solo queda una inflamación menor.
- Por qué ayuda: el calor apoya la etapa final de la curación, cuando el cuerpo reemplaza activamente las células y repara los tejidos con células especializadas que se administran a través del torrente sanguíneo. La aplicación de calor en este punto aumenta la circulación en el área, lo que acelera la limpieza.
- Horario: Aplique la terapia de calor durante 20 minutos a la vez, con al menos 20 minutos de descanso entre tratamientos. Por supuesto, nunca aplique nada a la piel de su caballo que esté incómodamente caliente al tacto.
- -Redacción BBC Mundo
- -HORSE AND RIDER