Escribe: Dr. Claudio Reynoso
Medicina Equina
Como esta es una patología con la cual me he enfrentado en varias oportunidades, y se da con mucha frecuencia, solo que por distintos motivos el diagnóstico es dificultoso.
Mielopatía estenótica vertebral cervical (CVSM), también conocida como “wobblers”, es una enfermedad del desarrollo caracterizada por estenosis del canal vertebral cervical resultando en compresión intermitente o continua de la médula espinal.
La enfermedad se caracteriza por ataxia, debilidad y espasticidad.
Hay dos manifestaciones clínicas:
1) Inestabilidad vertebral cervical (CVI).
2) estenosis cervical estática o malformación cervicovertebral (CSS, CVM).
CVI es una condición dinámica que ocurre de manera intermitente cuando el animal flexiona el cuello. Más frecuentemente afecta las vértebras C3-C4 y C4-C5.
En contraste, en animales con CSS la compresión es constante y es más común en la parte más caudal (C5-C6, C6-C7). CVSM ocurre más frecuentemente en animales que están creciendo y en machos. La presencia de dolor, hipoalgesia, y atrofia muscular neurogénica son infrecuentes. Signos clínicos de enfermedad ortopédica del desarrollo como agrandamiento fiseal (fisitis, epifisitis), efusión articular resultado de osteocondrosis, y deformidades de los flexores pueden estar presentes en animales jóvenes.
Signos Clínicos
CVSM se caracteriza por ataxia simétrica, parésis, espasticidad, siendo peor en los miembros posteriores. Tropiezo, arrastre de los cascos, circunducción de los miembros posteriores, y lateralización del tronco son observados al caminar. Estos signos pueden exacerbarse con manipulación durante en examen neurológico usando círculos, lomas, obstáculos y elevación de la cabeza. Signos de ataxia pueden progresar
Patogénesis: Uno de los hallazgos más consistentes en animales con CVSM es un canal vertebral estrecho, demostrado por una disminución en el diámetro sagital mínimo (MSD) entre C3-C7. Histológicamente hay degeneración walleriana, malacia, y fibrosis en los sitios de compresión, así como demielinización en los tractos ascendentes y descendentes.. Lesiones osteocondróticas pueden estar presentes en las vértebras, llevando a inestabilidad.
Diagnóstico
Historia, examen neurológico, análisis del líquido cerebroespinal, y radiografías son indicadas en el diagnóstico inicial. Es importante en la evaluación radiográfica buscar por malformaciones, osificación anormal en los procesos articulares, extensión de la lámina dorsal y enferme-
dad articular degenerativa. Por eso el uso de la relación sagital proporciona objetividad. Esto se calcula dividiendo el diámetro sagital mínimo (MSD) en el aspecto craneal de la vértebra entre el diámetro del cuerpo vertebral en su parte más ancha y craneal. Este método elimina subjetividad y corrige por magnificación, tiene una sensitividad y especificidad de 89% entre C4 y C7. Una relación sagital normal debe ser más 50%. Si esta relación es menor a 50% un mielograma es recomendado para confirmar compresión. Si la relación es mayor a 50% el mielograma debe evitarse o posponerse y en lugar otros diferenciales deben considerarse o eliminarse.
La inestabilidad puede llevar a enfermedad articular degenerativa de los procesos articulares, fibrosis y engrosamiento de la cápsula articular y el ligamento flavo, lo que puede contribuir a una disminución en el diámetro vertebral y compresión adicional. La asociación entre osteocondrosis y CVSM indica que estas dos condiciones tienen una patofisiología similar.
La causa de CVSM es multifactorial con factores ambientales y genéticos. Hay evidencia de un componente genético con penetrancia variable. Nutrición, crecimiento rápido, trauma, fuerzas biomecánicas anormales contribuyen al desarrollo de CVSM. Deficiencia de cobre y zinc así como un exceso de carbohidratos están asociados con osteocondrosis.